Mantiene la estructura de un gimlet, pero incorpora el contraste entre la frescura del pepino y el carácter del sésamo tostado.

Es un trago cremoso y dulce, al estilo de los cócteles de los 70s y 80s. La fresa y la piña, parientes aromáticos que comparten compuestos, combinan perfectamente entre sí.

Este cóctel de perfil afrutado con notas de humo presenta un contraste de textura y temperatura entre el líquido y la espuma.

La estructura de este cóctel es la de un sour clásico, pero jugamos con la destilación y la cocina para crear sabores memorables. Este cóctel fue nombrado en 2023 como Cóctel del Año según la revista Time Out.

La estructura de este cóctel es la misma que la de un daiquiri, pero jugamos con la hoja de higuera tanto en el destilado como en forma de aceite para aportar textura.

La estructura es similar a la de un cóctel tiki, lleno de sabores extremos que, sorprendentemente, crean una mezcla muy interesante.

Está estructurado como un Old Fashioned, pero con una graduación reducida para hacerlo más accesible y disfrutable a cualquier hora.

Jugamos con los colores como en un New York Sour, pero en una versión afrutada y de trago largo.

Jugamos con los colores como en un New York Sour, pero en una versión afrutada y de trago largo.

Las frambuesas y el alga nori tienen un equilibrio que encaja perfectamente en la estructura clásica de un Negroni.

La base alcoholica es el vodka pero hay que destacar que su contenido alcoholico es bajo, catalogandolo como un LOW_ABV cocktail. Ideal para aquellos que quieren empezar la noche con un trago tranquilo.

El resultado es un trago largo, fresco y sorprendente, que sigue la estructura clásica de un combinado en dos partes —como un vodka con piña— pero con una capa aromática inesperada. La mostaza no domina, sino que se integra, aportando un giro original y elegante que despierta la curiosidad del paladar.

El cóctel sigue una estructura similar a los clásicos de Milk & Honey, como el Paper Plane: partes iguales, con amaros que aportan dulzor, amargor y complejidad en equilibrio perfecto.

Nuestra versión del Twentieth Century respeta su estructura clásica, pero sustituimos la ginebra por un destilado de setas carreretes (senderuela). Un sour a partes iguales con un equilibrio sorprendente: cacao, limón y umami en perfecta armonía.

La estructura es la clásica de un sour, pero con un toque amargo y tostado que aporta complejidad al trago.

Respetamos la estructura original, pero añadimos una reducción de cerveza negra que aporta notas torrefactas muy interesantes. También incorporamos clara de huevo para homogeneizar y aportar una textura sedosa. Un cóctel tropical, especiado e intenso, con una profundidad inesperada.

La estructura es la de un Silver Fizz: clara de huevo, burbuja fina y textura sedosa. Un cóctel vegetal, complejo y con un color vibrante que lo hace único.

Este cóctel toma la estructura del clásico Aviation, pero en formato trago largo y con un toque de pepino, que aporta frescura y equilibra las notas florales.